Ando en tus nubes,
en esos ojos profundos
que sienten mi vida brotar.
Te oigo mirar,
como siempre, en silencio,
esperándome,
siempre esperándome.
Te veo callar,
hallándome,
sin ni siquiera haber sido tuyo.
Márchate lejos,
deja callar tu cabeza
nueva mente fresca, respírala
Marchate lejos,
pero vuelve.
Quizá será entonces
cuando me quede en tus nubes,
espejos que reflejan tu cálida luz,
tu paz interior,
dardos que aciertan en mí.
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