Intento edificar mi vida,
construyo pasillos,
pasillos de papel.
Reinvento,
siento la tinta en mi piel.
Cuando escribo
amplío las habitaciones de mi vida,
habitaciones tiernas, periféricas, necesarias,
habitaciones sombrías sin vistas,
sin horizontes,
habitaciones compartidas, amigas y cómplices,
habitaciones trinchera
por las que me muevo a mis anchas.
Ahora tengo la sensación
de abrir otra pieza,
tal vez un cuarto pequeño pero confortable,
acogedor, dulce, cálido,
dónde poder recibir algún personaje nuevo,
de una nueva historia.
Si pudiera alargar mi mano
en busca de respuestas, palpando,
pediría una, sólo una,
la llave de esa puerta.
2 comentarios:
Muy buen articulo, estoy casi 100% de acuerdo contigo :)
Interesante post, estoy de acuerdo contigo aunque no al 100%:)
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