Ahora estás a mi lado,
ahora ya puedo olvidarte,
puedo sentir lejana
tu ausencia,
y mi dolor aplacar
mirándote a los ojos,
sintiendo que eres mía.
Cuánto luché por olvidarte !
olvidarte de esa forma
tan particular
y tan mía;
olvidarte, cercando tu cuerpo
y tu risa,
haciendo que tu boca
sólo fuese mía,
que en tus sueños
fuera yo el artista,
que fuese el único,
el compromiso turbio
de tu vida.
La caja mágica.
La constante agonía
de sentirse muerto de amor
y lleno de vida.
Ahora ya puedo olvidarte,
porque respiras junto a mi,
porque conozco
y te muestras, tú misma.
1 comentario:
Es formidable este poema. Poseer para olvidar, que contrariedad más cierta. Felicitaciones por él.
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