Cuando tus dos palabras
muerdan y me nombren,
miraré el cielo desde otro lado,
aparcaré mis agujas en tu esfera
y viviré contigo
allá donde tú quieras.
Mientras llegan
de tu aroma me sostengo
de tu risa y tu sencillez
me alimento,
de tu pelo niña,
de tu pelo,
y de tus ojos seguiré bebiendo.
Dos palabras o el abismo
la dicha o el lamento
una avenida sin nombre
un corazón sufriendo.
Tantos latidos acompasados
tantos bordes de fracasos,
ilusiones conquistadas,
tantos sentimientos comprimidos
en tan solo Dos Palabras.
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